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jueves, mayo 04, 2006

TLC y compensaciones: como alimentar a pobres haciendo más pobres...

(NOTA.- El artículo, por su naturaleza es un poco extenso y no ligero. Si tiene interés, le agradecemos su lectura...).

Una interrogante poco o nada explicada, ha sido el porqué del TLC en términos de la economía como un todo. Es decir, no considerar el acuerdo como un trato específico de naturaleza comercial-aduanera, sino como una herramienta de política económica, tal como lo han hecho otros países que han negociado desde una perspectiva nacional y no de favorecer los deseos de grupos económicos que han visto en el TLC una oportunidad para importar barato y vender caro. Grupos con naturales espectativas del "buen" negocio y punto. Por ello, y no siendo el TLC la resultante de planes de desarrollo y de necesidades de implementar una estrategia -claramente explicada- de desarrollo económico a mediano y largo plazo, insistir en su ratificación deviene en un contrasentido. Un lamentable y peligroso contrasentido, que impedirá decisiones y acciones futuras de gobierno, que guarden coherencia y articulación entre todos los sectores de la economía, a fin de redistribuir recursos y resultados.

En tal sentido, para la mayoría de peruanos con un nivel básico de entendimiento, viene resultando poco explicable como un tema poco discutido y sumamente controversial, ha llegado a ser un "asunto de estado" (Sí o Sí). Sin embargo, ello tiene algunas explicaciones si lo apreciamos desde la perspectiva de grupos de poder, tecno-burócratas "liberalizantes" y medios de prensa (tv, radio, diarios) requeridos de mayores "beneficios". Explicaciones que se vinculan a la puesta en marcha de un sicosocial a gran escala, expresado en una campaña de 2 años -como mínimo- orientada a: (i) “crear” una opinión favorable a la suscripción de un acuerdo comercial con el mercado “más grande del mundo”; (ii) “debilitar” la resistencia de los gremios o sectores productivos –básicamente agropecuarios- para aceptar los perjuicios resultantes de la aplicación del denominado TLC; entre ellos, áreas sembradas, producción, empleo e ingresos; y (iii) “colocar” en la agenda parlamentaria la ratificación del acuerdo, como una decisión ineludible del actual y "confiable" Congreso, a vistas del próximo cambio de gobierno y de cuyos candidatos -Alan García y Ollanta Humala- no tienen la “seguridad” de que apoyen la ratificación. Así que ahora o nunca es la consigna. ¿Y el futuro del país?... Bueno, el que salga último que apague la luz.

Por otro lado, es evidente que para implementar dicho sicosocial masificado, aplicado en cada uno de los países vinculados al TLC, tales como: Perú, Ecuador y Colombia, no se ha escatimado ningún esfuerzo para “alinear” a los medios en dicho objetivo. Desde luego, después de una costosa y larga campaña que les ha significado a los propietarios de medios (radio, tv y diarios), y por lo general asociados a la “democrática y transparente” SIP, engrosar significativamente sus cuentas bancarias o en el “peor” de los casos, disminuir sus deudas con el Estado. Una campaña, puesta en primer plano para ir “relegando” astutamente el análisis y discusión de la real situación del país (pobreza y estancamiento), así como esconder ante la opinión pública a los responsables que se pretenden imprescindibles para “dirigir” nuestra economía...

Esta es, desde luego, una situación histórica que los gobiernos ocultan tras “exitosas” cifras macroeconómicas, y sobre todo el periodismo que, en lugar de exponerla con independencia, honestidad y transparencia, se allanan a los intereses de sus empleadores. Empleadores o dueños de empresas que, conociendo mucho sobre “rentabilidad” mediática, evitan adoptar o promover una posición crítica entre sus periodistas, en particular sobre la necesaria información y discusión de temas fundamentales para la correcta marcha del país, tales como: (i) empleo; en cantidad, calidad y estabilidad; (ii) ingreso; mejores y/o justas remuneraciones; (iii) consumo; diversificado y mejora de la calidad de vida; (iv) intereses; los más altos a nivel mundial y por lo tanto expoliativos; (v) tarifas; en particular de servicios, que devienen como las más altas del continente, a pesar de la creciente pérdida de empleo e ingresos en la población; y (vi) rol del Estado; promotor e impulsor de la demanda interna, como medio de “romper” el circulo de: menos demanda, menos precio, menos inflación, menos consumo, menos alimentación, menos salud, y... más pobreza e indigencia social de las mayorías (el 99.9% del país).

Bien, veamos entonces como juega el TLC en el contexto descrito, en particular el tema de las compensaciones. En primer lugar, y no primeramente como dice Antero, el tema de las compensaciones es un reconocimiento explícito de que el TLC genera perjuicios económicos -y sociales- en su aplicación. Esto es, que sectores productivos vinculados a la siembra de: maíz, arroz, azúcar, trigo y lácteos, principalmente, no podrán competir con las importaciones norteamericanas, debido a que su precio es subsidiado (el estado norteamericano asume gran parte del costo) y por lo tanto más barato y sin posibilidades de aplicar aranceles que regulen dicha distorsión (el subsidio) que contraviene cualquier principio de comercio internacional. Es decir; los librecambistas acudiendo al “repudiable” subsidio, para competir con países pobres. ¡No faltaba más!. En segundo lugar, el principio de las compensaciones es que: la distorsión creada por los norteamericanos al subsidiar su agricultura, debemos pagarlo nosotros, transfiriendo nuestros recursos fiscales hacia dicho fin. Usted dirá que es cosa de locos... Pues sí, lo es.

Una locura que no lo es tanto, por lo menos para sus irresponsables (¿?) promotores, entre ellos –cuando no- los inefables "hacedores de política" del MEF y COMEX. Personajes que se alucinan lo máximo en conocimiento y aplicación de políticas económicas. Grupos que en alianza con sectores del empresariado dedicados al “rápido” y rentable negocio de importar baratijas y bienes subsidiados, vienen liquidando lo que queda de la industria y agricultura nacional, bajo el argumento de que producimos muy caro y que la población debe tener bienes baratos. Por supuesto, no entienden que nuestros productos no son relativamente caros, sino que no hay capacidad adquisitiva (empleo+ingreso) con que pagarlos, por lo que al no haber demanda, los productos permanecen en los mercados sin venderse o deteriorándose (pérdidas), por lo cual su precios no pueden subir ni acercarse –siquiera- a sus costos reales, siendo los más perjudicados los agricultores (bienes perecibles y estacionales) y los industriales orientados al mercado interno que por la limitada producción-demanda, no pueden cubrir los costos ni tampoco innovar y mejorar calidad. Sectores que buscan sobrevivir y/o pasar a la informalidad.

No dudo estimado lector, que hasta aquí tengamos por comprendido el porqué de los bajos índices de inflación: NO HAY DEMANDA, o si se quiere no se incrementa. Luego, si no hay demanda por falta de capacidad adquisitiva de la población, es lógico que no suban los precios. En nuestro caso, que un equipo económico se precie de exitoso por mantener baja la inflación cuando no hay oportunidades de empleo e ingresos, es poco menos que insultante. Lo mejor sería que reconozcan que estamos ante una economía recesada, empobrecida y empobrecedora, en la cual un TLC orientado a importar barato para vender caro (arroz, azúcar, etc.) no es una solución. Y no es una solución, porque el problema no es que falte producción... sino que no hay con que comprar. Así de sencillo. Por ello es que los promotores de reformas estructurales, apertura de mercados, privatizaciones, etc, andan divagando y sin rumbo dado a que su “diagnóstico” del país, si es que realmente lo hacen, no está reflejando la realidad sino un escenario idealizado en donde ellos son los héroes o los buenos de la película. No hay duda que tienen la suerte de estar en el Perú, donde la paga por divagar... es excelente.

Además, es importante reconocer que, una problemática no se resuelve con buenos deseos, sino afrontando la realidad. Y una realidad es que el Estado, ante la situación de estancamiento y grandes beneficios para pocos sectores, debe asumir su rol rector de la economía y promover políticas para: (i) mejorar los ingresos de quienes ya trabajan; (ii) hacer del trabajo una actividad estable y con futuro; (iii) incentivar inversiones productivas -en la agricultura e industria- con alto ratio de empleo/ingresos; (iv) impulsar el desarrollo de infraestructura productiva –riego y vías- para optimizar el uso de recursos; y -entre otros-, (v) abandonar criterios –no principios- de presupuesto equilibrado e inflación cero. En éste punto, el “temido” Banco Mundial, considera razonable establecer un rango de inflación entre 8 y 12%, lo cual implica que los déficit fiscales puedan fluctuar para mantener dicho referente.

Ahora bien, si afrontamos con realismo y seriedad la problemática del país, una primera medida sería reforzar el agro y la industria para consumo interno. En tal eventualidad, que haríamos con el TLC en la medida que estamos obligados a comprarles a los EE.UU. y cumplir con cuotas establecidas. Es decir, cualquiera de las soluciones de política económica a futuro, tendrá como obstáculo precisamente lo “negociado” dentro del TLC. Y como para nosotros es un Acuerdo o Tratado Internacional, los Estados Unidos podrán demandarnos ante Tribunales Internacionales por el “incumplimiento” y hacernos pagar millonarias indemnizaciones (lucro cesante). En resumen, alegría del momento y pesares de toda la vida... Si señores, así se maneja nuestro país.

2 Comments:

Blogger nesiko said...

sabes que , este escrime me a parecido d elo mas genial , dices muchass cosas que yo ( y sin un lenguaje tan tecnico) , supe expresar, sin embargo , uno si habla de eso ya te pintan de humalista , no es estupido? , bueno , dices cosa muy pero muy reales , por desgracia , la gente esta sicoseada con eso de decir algo en contra del sistema (tlc) , si lo haces eres seguidor de ollanta o en el mejor de los casos , troskista , bueno, la vez pasada asisti a una conferencia que dio césar hildebrantd y el dijo " los medio de comunicacion a perdido" ( por ello de que lñourdes no gano),yo diria que no del todo, si llegaron a lograr uno de sus cometidos el " sicosear a la gente", en fin falta gente objetiva en el Perú , que no confunda las cosas.

lo que mas me gusto de tu analisis fue :"Es decir; los librecambistas acudiendo al “repudiable” subsidio, para competir con países pobres. ¡No faltaba más"

dura cruel y apestosa realidad

code_X_biohazard@hotmail.com

12:57 a. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Me parece que tu comentario es relativamente cierto en parte, por lo que no descarto en que un TLC con EEUU sea innecesario ya que actualmente la economia evoluciona en torno limitrofe y que en un futuro nesecitaremos de eso, CLARO AUN NO ESTAMOS PREPARADOS PARA ELLO PERO QUE ESPERAMOS DE ESTE SISTEMA QUE LO QUE VE SON INTERESES PROPIOS MAS NO DEL PUEBLO !!!!

1:12 a. m.

 

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