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jueves, noviembre 09, 2006

México: tecnologías y monopolios en comunicaciones...

(Artículo inserto en la fecha en la revista online "AméricaEconomía" - Sección: Negocios/ Telecomunicaciones.- El tema es de suma importancia, no solo por lo relevante de la tecnología a punto de difundirse, sino por la apertura de mercado nacionales dominados por empresas monopólicas y de gran poder "político"... como Telmex y Telefónica).


EL ENEMIGO SILENCIOSO DE TELMEX

Andrés Piedragil Gálvez - Ciudad de México

En un futuro no muy lejano, los mexicanos podrían empezar a, literalmente, “enchufarse” a internet. Esto, gracias a que desde hace dos años, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la entidad del gobierno de México que gestiona la producción y distribución de electricidad, está realizando pruebas piloto con tecnología Power Line Communications (PLC).

Los sistemas PLC, a grandes rasgos, permiten la transmisión de datos, voz y video a través de la red eléctrica. Así, para tener acceso a internet, en lugar de enlazar la PC a un puerto telefónico –y conectarse a la red de telecomunicaciones–, el usuario podría conectar su equipo de cómputo directamente a un enchufe eléctrico con la ayuda de un módem especial.

Aunque para algunos puede sonar como una simple curiosidad, esta innovación podría conseguir en México lo que no han logrado regulaciones gubernamentales ni las querellas comerciales que han interpuesto las compañías extranjeras: impulsar la competitividad en el sector de telecomunicaciones y acotar, aunque sea un poco, el poder dominante de Teléfonos de México (Telmex), la joya del imperio mexicano de Carlos Slim. No sería una descarga mortal, pero sí indudablemente dolorosa.

Prueba residencial

La transmisión de datos a través de redes eléctricas es una tecnología de la que se viene hablando desde hace varios años, pero pocos han conseguido superar la etapa de experimentación. “Las pruebas indican que la tecnología funciona y funciona bien; aun así, en comparación con otras ofertas en el mercado, PLC sigue afinándose y habrá que esperar a que la industria tecnológica le dé un respaldo pleno”, dice Antonio Quirarte, director general de Interplanet, empresa mexicana que provee servicios de web hosting y soluciones de internet, y una pionera en el mercado mexicano de ISP (Proveedores de Acceso a Internet, por sus siglas en inglés).

Las pruebas piloto de CFE, bajo el mando de su gerente general, Alfredo Elías Ayub, se están realizando, en circuito cerrado, en tres localidades de la República Mexicana: Monterrey, Morelia y Estado de México; específicamente, en zonas residenciales donde habitan trabajadores de la empresa eléctrica gubernamental. Los resultados del despliegue beta de PLC, dicen voceros de CFE, han resultado exitosos. A través del cableado eléctrico, los usuarios están disfrutando de acceso a internet de alta capacidad (banda ancha), y por lo tanto, de servicios como telefonía IP, video bajo demanda, además de la transferencia y descarga –a gran velocidad– de contenidos multimedia.

No obstante, muchos en México observan con interés el desarrollo de esta tecnología, pues el posible despliegue masivo de servicios PLC podría adquirir el aspecto de una inesperada descarga eléctrica para Telmex, el operador dominante en el mercado mexicano de telecomunicaciones.

En México, la empresa de Carlos Slim Helú controla la red de telecomunicaciones más grande del país y, sobre todo, el acceso de “última milla” (el enlace que llega directamente al hogar u oficina de un usuario), de la cual controla el 90% de todo el país. Esto le confiere privilegios con respecto al resto de los operadores, quienes –para utilizar la valiosa “última milla” sin tener que volver a taladrar y cablear las casas de cada nuevo suscriptor– deben aceptar las condiciones y tarifas que impone Telmex.

En buena parte de los mercados del mundo, la llamada “última milla”, a diferencia de lo que ocurre en México, es un elemento libre; que no pertenece a una empresa en particular y que está abierto a todos los proveedores del sector. Telmex defiende su control sobre la “última milla” argumentando que la empresa ha realizado inversiones millonarias en la mejora y ampliación de la infraestructura de telecomunicaciones “No invertiremos en infraestructura para que la competencia sólo nos pague el costo”, ha dicho en distintas ocasiones Carlos Slim.

Negocio acotado

Pero de funcionar el PLC de CFE, los proveedores contarían con una nueva alternativa para llegar hasta el cliente. Su alcance lo convertiría rápidamente en el proyecto de PLC más grande de la región y uno de los más grandes del mundo. Con ventas de US$ 18.000 millones al año, CFE y su red eléctrica de 46.668 kilómetros atiende a 22,8 millones de clientes, una cobertura que alcanza al 98% de los hogares mexicanos.

La red telefónica (el medio tradicional para habilitar acceso a internet), por el contrario, todavía muestra rezagos importantes: según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la teledensidad en México, para finales de 2005, se ubicaba en 17,7 líneas telefónicas por cada 100 habitantes, el promedio más bajo entre los países afiliados a la OCDE.

El proyecto de CFE, no obstante, no pretende usarlo para convertirse en un proveedor de acceso a internet ni de TV por cable. Su meta –dicen los voceros de la firma estatal– es asumir el rol de un “carrier de carriers”, una empresa que renta su infraestructura existente a las compañías de servicios de telecomunicaciones; las cuales proveerán y cobrarán las soluciones que llegan hasta el usuario final.
En determinado momento, hasta Telmex podría arrendar la plataforma de CFE. “Es lo adecuado”, dice Quirarte, de Interplanet. “CFE debe concentrarse en su negocio (producción y distribución de energía) y no entrar en una actividad que le es ajena; de por sí, CFE ya tiene muchas deficiencias operativas que atender”.

De hecho, Gerardo González, ejecutivo de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), asegura que el proyecto de CFE debe considerarse como una buena oportunidad para fomentar competencia en el mercado y aprovechar infraestructura ociosa, y no necesariamente como un ataque directo a Telmex. “Por el sistema de CFE los ingresos de Telmex, cuando mucho, se verían afectados en un 15%”, dice.

Hasta la última milla

“La entrada de CFE como carrier de carriers sacudiría el entorno de competencia en el sector”, dice Ernesto Piedras, director general de The Competitive Intelligence Unit (CIU), empresa de consultoría y análisis que se especializa en cuestiones de economía y regulación en telecomunicaciones. En opinión del analista, además de brindar nuevas alternativas para los proveedores de telecomunicaciones e incentivar la competencia en tarifas y calidad del servicio, el ingreso al mercado de CFE abre una ventana de oportunidad para reducir la brecha digital en México y ampliar la base de mercado para todos los competidores. “La red de CFE no sigue la ruta de oro del mercado de telecomunicaciones, que da prioridad a las ciudades más importantes, como Distrito Federal, Monterrey y Guadalajara”, dice Piedras. “CFE llega a los rincones más alejados del país, dado su carácter de interés público”. Se trata de lugares remotos a los que podrán tener acceso los operadores de telecomunicaciones en México –como Avantel, Axtel, Maxcom o Alestra– sin tener que depositar algunas monedas en las arcas de Telmex. El monopolio de Slim en la “ultima milla” mexicana podría llegar a su fin.

1 Comments:

Blogger Israel said...

Gracias por el artículo, tienes alguna investigación histórica sobre la práctica monopólica de TELMEX

israel.o.cervantes@gmail.com

5:14 p. m.

 

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